¿Qué se puede deducir de lo que escribe una persona? Muchas cosas. Desde la caligrafía, hasta la estructura de un texto, las frases, las referencias y el estilo pueden delatarnos.
Muchos criminales de todos los rubros han quedado expuestos por sus escritos. Tal es el caso de Ted Kaczynski, conocido como el Unabomber, un hombre que enviaba cartas bomba a distintos puntos de los Estados Unidos. Luego de haber causado terror durante años, Kaczynski decidió enviar un largo manuscrito al New York Times en el que manifestaba su cruzada contra las nuevas tecnologías y prometía dejar de enviar bombas si publicaban su texto. Fue el propio hermano del Unabomber quien reconoció el estilo del texto y alertó al FBI. Kaczynski fue arrestado en 1996.
El escrito les permitió a los investigadores saber muchas cosas sobre este personaje. Tal como cuenta un artículo de la revista Muy Interesante, los lingüistas forenses comparan los escritos con las bases de datos de textos disponibles en busca de hábitos lingüísticos similares. Esto incluye la identificación del vocabulario, argot, jergas profesionales, regionalismos e incluso la puntuación.
En el caso del Unabomber, el hermano de Kaczynski reconoció una frase que utilizaba muy seguido, entre otros datos del estilo que lo delataban. La frase era “you can’t eat your cake and have it too” (“no puedes comer tu torta y tenerla también”). El dicho en realidad es “You can’t have your cake and eat it too.” (no puedes tener tu torta y comerla también). Pero su hermano solía decirlo al revés, y eso le llamó la atención, junto a muchas otras similaridades en la forma de hablar y escribir que le hicieron sospechar, para su propia sorpresa, que el famoso Unabomber era Ted.
El grafólogo forense Pedro José Foglia explica que los estudios grafopsicológicos pueden ayudar a detectar intoxicaciones, drogadependecia, alteraciones mentales, violencia y delitos sexuales, entre otras cosas.
Foglia analizó los escritos de varios criminales, conocidos y no conocidos. Entre ellos, los textos de Ted Bundy, el famoso asesino serial. En estos manuscritos, el grafólogo señaló la tendencia a iniciar la formación de palabras con un movimiento recto ascendente, partiendo de la zona inferior, en diagonal, con muchos arpones o ganchos. La interpretación del estilo de escritura es que la persona tiene una actitud combativa, una apetencia por lo hedónico, alejamiento e indiferencia por los que le rodean, agresividad. Las letras “t” con barras altas y aceradas hablan de una persona autoritaria, soberbia y de personalidad conflictiva.
Foglia describe varios aspectos que pueden identificarse de la escritura de los criminales.
Por ejemplo, los asesinos seriales, suelen tener escritura lenta, pequeña o mediana, horizontal, con oscilaciones y espaciada. Sus textos suelen presentar intervalos en blanco dilatados, movimientos predominantes en curva.
Un abusador, en cambio, según explica Foglia en su libro Grafología forense, tiene una escritura complicada de dimensión sobrealzada, con trazos invasivos en la zona superior e inferior, finales rectos, agresivos, horizontales, descendentes. Presión firme, margen izquierdo pequeño. También suelen presentar algunas anomalías gráficas: temblores, sacudidas, brisados, congestiones.
Este tipo de análisis de la escritura puede hacerse tanto con victimarios como con víctimas. Claro que la particularidad de cada persona puede llevar a diferentes interpretaciones, pero hay algunos aspectos generales que permiten detectar indicios tanto de un comportamiento violento como de una agresión sufrida.
Muchos criminales de todos los rubros han quedado expuestos por sus escritos. Tal es el caso de Ted Kaczynski, conocido como el Unabomber, un hombre que enviaba cartas bomba a distintos puntos de los Estados Unidos. Luego de haber causado terror durante años, Kaczynski decidió enviar un largo manuscrito al New York Times en el que manifestaba su cruzada contra las nuevas tecnologías y prometía dejar de enviar bombas si publicaban su texto. Fue el propio hermano del Unabomber quien reconoció el estilo del texto y alertó al FBI. Kaczynski fue arrestado en 1996.
El escrito les permitió a los investigadores saber muchas cosas sobre este personaje. Tal como cuenta un artículo de la revista Muy Interesante, los lingüistas forenses comparan los escritos con las bases de datos de textos disponibles en busca de hábitos lingüísticos similares. Esto incluye la identificación del vocabulario, argot, jergas profesionales, regionalismos e incluso la puntuación.
En el caso del Unabomber, el hermano de Kaczynski reconoció una frase que utilizaba muy seguido, entre otros datos del estilo que lo delataban. La frase era “you can’t eat your cake and have it too” (“no puedes comer tu torta y tenerla también”). El dicho en realidad es “You can’t have your cake and eat it too.” (no puedes tener tu torta y comerla también). Pero su hermano solía decirlo al revés, y eso le llamó la atención, junto a muchas otras similaridades en la forma de hablar y escribir que le hicieron sospechar, para su propia sorpresa, que el famoso Unabomber era Ted.
El grafólogo forense Pedro José Foglia explica que los estudios grafopsicológicos pueden ayudar a detectar intoxicaciones, drogadependecia, alteraciones mentales, violencia y delitos sexuales, entre otras cosas.
Foglia analizó los escritos de varios criminales, conocidos y no conocidos. Entre ellos, los textos de Ted Bundy, el famoso asesino serial. En estos manuscritos, el grafólogo señaló la tendencia a iniciar la formación de palabras con un movimiento recto ascendente, partiendo de la zona inferior, en diagonal, con muchos arpones o ganchos. La interpretación del estilo de escritura es que la persona tiene una actitud combativa, una apetencia por lo hedónico, alejamiento e indiferencia por los que le rodean, agresividad. Las letras “t” con barras altas y aceradas hablan de una persona autoritaria, soberbia y de personalidad conflictiva.
Foglia describe varios aspectos que pueden identificarse de la escritura de los criminales.
Por ejemplo, los asesinos seriales, suelen tener escritura lenta, pequeña o mediana, horizontal, con oscilaciones y espaciada. Sus textos suelen presentar intervalos en blanco dilatados, movimientos predominantes en curva.
Un abusador, en cambio, según explica Foglia en su libro Grafología forense, tiene una escritura complicada de dimensión sobrealzada, con trazos invasivos en la zona superior e inferior, finales rectos, agresivos, horizontales, descendentes. Presión firme, margen izquierdo pequeño. También suelen presentar algunas anomalías gráficas: temblores, sacudidas, brisados, congestiones.
Este tipo de análisis de la escritura puede hacerse tanto con victimarios como con víctimas. Claro que la particularidad de cada persona puede llevar a diferentes interpretaciones, pero hay algunos aspectos generales que permiten detectar indicios tanto de un comportamiento violento como de una agresión sufrida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario