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viernes, 27 de mayo de 2011

LORCA A TRAVÉS DE SUS DIBUJOS

Por Africa Fuentes Garrido


Perito Calígrafo Judicial - Perito Grafopsicóloga por la Universitat Autònoma de Barcelona

Si nos preguntaran, quién era Federico García Lorca, probablemente contestaríamos que era poeta, uno de los componentes más destacados de la denominada generación del 27, que nació en Granada en 1898 y murió fusilado en 1936 al comienzo de la guerra civil, entre Víznar y Alfacar, (Granada) y que a pesar de su corta vida ésta fue muy intensa tanto a nivel personal como profesional.
Estudió filosofía y letras y se licenció en derecho, pero el hecho que marcó su destino por completo fue su estancia en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció entre otros a Juan Ramón Jiménez, Machado, Dalí y Buñuel. En este escenario, Federico se entregó al ARTE, su actividad creativa era inmensa, abarcaba, la poesía, la música, el dibujo y el teatro destacando como poeta, dramaturgo y prosista.
El objeto del presente artículo es ahondar en la faceta menos conocida de LORCA, la de pintor y a través de sus dibujos aproximarnos a su compleja personalidad silenciada en muchas ocasiones por el colorido de sus metáforas.
La obra pictórica de Lorca engloba una multitud de temas y formas a través de los cuales expresa lo real y lo irreal y se convierte en la forma más íntima de expresión que tiene el poeta.

Para el grafólogo Max Pulver “la escritura es un dibujo, una comunicación espontánea, que se exterioriza por más introvertida que sea una persona. Escribir consciente es lo mismo que dibujar inconscientemente el dibujo de uno mismo, el autorretrato”, por lo tanto al escribir y al dibujar proyectamos de forma inconsciente nuestra personalidad.

Los dibujos de Lorca le acompañan a lo largo de su vida y aparecen en la confección de decorados de sus montajes teatrales, en las cartas, tarjetas postales que escribía a familiares y amigos, en las dedicatorias de sus libros así como también como ilustración de sus poemas. Sin embargo, Lorca tomó conciencia profesional como artista en las exposiciones que realizó con carácter individual, la primera de ellas en las galerías Dalmau, con motivo del estreno de Mariana Pineda en junio de 1927, a la que acudieron intelectuales y miembros de la vanguardia catalana y posteriormente en 1932, con carácter colectivo en la exposición celebrada en Huelva.

En la creación plástica de Lorca se distinguen dos etapas:

1. La primera etapa se iniciaría hacia 1923 con una serie de caricaturas, posteriormente realizará dibujos acordes a la obra poética del Romancero gitano, ( interpretación lírica de inspiración tradicional y audacia metafórica, que llega al fondo misterioso y trágico del mundo andaluz) y al Poema del Cante Jondo, (recoge el dramatismo de la canción andaluza), y una gran variedad temática entre los que encontramos los dibujos de payasos y dibujos con imágenes duplicadas.

2. La segunda etapa corresponde a los dibujos afines a El público, Así que pasen cinco años, Drama sin título o Poeta en Nueva York (el autor adopta la forma surrealista para expresar su desprecio por la civilización moderna).


Al igual que en la poesía, en sus dibujos destaca el uso de las metáforas, su visión dramática, los mitos de la colectividad, el amor, el sexo, la muerte, el destino. La utilización de símbolos es abundante en Lorca sobre todo los que relaciona con la muerte como pueden ser la luna, el agua estancada, la sangre derramada, las hierbas, los metales. En ocasiones determinados símbolos tienen diferente significado dependiendo del contexto: La luna además de simbolizar la muerte puede simbolizar el erotismo, la fecundidad, la esterilidad o la belleza. El caballo con el jinete además de la muerte en algunas ocasiones puede representar el erotismo masculino. El agua si fluye representa la vida y la sangre puede representar lo sexual.

Los dibujos sirven como medio de expresión mediante el cual el poeta exterioriza sus sentimientos más reprimidos en el inconsciente, sus estados anímicos, además de su necesidad de comunicación. Pone de manifiesto la emotividad y el estado de ánimo, son una manera de contactar con el exterior y una manifestación del interior.

En el análisis de los dibujos debemos tener en cuenta, la dimensión, el emplazamiento, los trazos, la presión, el tiempo, la secuencia, el movimiento, los sombreados, los simbolismos del color y de los materiales utilizados.


Existen diferentes sistemas comunicativos entre ellos los materiales que utiliza. Lorca en muchas ocasiones utiliza útiles delineadores, lápices, pluma, mediante los que obtiene trazados finos que se pueden visualizar como más sensibles y más delicados.

Los primeros dibujos realizados por Lorca en el Romancero Gitano y el Poema del Cante Jondo tienen características comunes. En esta primera etapa Lorca se muestra bloqueado y manifiesta más rigidez, más tensión emocional. A través de sus grandes dibujos se puede interpretar que el poeta tiene una necesidad de ser conocido, un gran sentido estético y gran sensibilidad.


Era una persona de adecuado trato social lo que se desprende del emplazamiento de los dibujos en el soporte físico, por regla general, el dibujo de los personajes aparece en el centro de la hoja, no descansa en los márgenes.

Los trazos se caracterizan porque están efectuados con líneas curvas, lo que constata el sentido estético y la sensibilidad del poeta. La presión es débil, están elaborados con presteza, lo que revela rapidez mental, originalidad, intuición, hipersensibilidad y creatividad.


Rafael Alberti, poeta de la generación del 27, relataba con fascinación: “Lorca, cuando cogía unos lapicillos de colores o la misma pluma con la que escribía sus poemas, seguía teniendo una frescura de fontana, una gracia como de juego en la calle, de sonrisa de patio, de gallo de veleta, de todo aquello que había visto u oído, no sabía cuándo con los ojos de su niñez granadina: jarrones con peces y flores, vírgenes atravesadas por puñales, niñas en las ventanas y azoteas, ángeles de las torres, manolas, arlequines, bandoleros y marinerillos ebrios y enamorados, todos los temas y figuras de su poesía lírica y dramática, hasta el momento del romancero gitano, un año antes de marchar a Nueva York, época en que cambia su estilo, contagiado sin duda por la atmósfera surrealista que ya se extendía por casi toda Europa”.


Los personajes presentan rigidez, son personas inconclusas, el cuerpo se orienta hacia el frente aunque la cabeza está inclinada hacia la izquierda, ello apuntaría a que el poeta se protegía del mundo y en ocasiones se sentía amenazado por el entorno.


La cabeza simboliza la localización del yo, el centro de todos los estímulos, y en muchos de estos dibujos es microcefálica lo que sugiere inhibición.

La cara es el contacto social, los ojos, los labios y las cejas aparecen marcados, es común tanto en hombres como en mujeres que los labios estén pintados, los personajes no tienen orejas y el cuello, que es la parte que coordina el cuerpo con la cabeza, es decir el pensamiento y lo que se siente, es muy ancho, lo que denota inmovilidad.

Los hombros son anchos, existe una cierta desproporción en el cuerpo, las cinturas son estrechas (la cintura es la frontera entre lo sexual y lo emocional), lo que podría indicar una restricción forzada de los impulsos y las caderas anchas. Una gran inhibición, quizá un conflicto homosexual e intento de controlar lo instintivo.


Una característica que se da en todos los dibujos es que los brazos están pegados al cuerpo lo que podría indicar una cierta dificultad de contactarse, el temor a manifestar impulsos hostiles y el control de los impulsos.

SOLEDAD MONTOYA


El Romance de la pena negra es un romance escrito en 1928, publicado en la Revista de Occidente en Madrid. Es parte del Romancero Gitano.


El dibujo de Soledad Montoya es grande y plástico, se encuentra ligeramente inclinado hacia el margen izquierdo. Del dibujo se desprende que era una persona con un trato social correcto puesto que si tomamos a la hoja como el universo y analizamos el espacio que ocupa y dónde ubica el dibujo observamos que no lo apoya en ninguno de los márgenes. El dibujo central es el de Soledad Montoya, los trazos son líneas en su gran mayoría curvas, que refuerzan los rasgos femeninos, el sentido estético, la dependencia, el espíritu maternal, lo afectivo y sensible. Las líneas rectas que podemos apreciar en la parte superior derecha del dibujo y en el margen derecho de la hoja tienen ciertas ondulaciones lo que podría indicar una cierta tensión y ansiedad.

La presión débil demuestra que el dibujo se ha ejecutado con velocidad, signo de gran rapidez mental, originalidad, intuición, creatividad e hipersensibilidad.

El dibujo de Soledad Montoya aparece rígido como encerrada en su mundo, sin libertad para actuar.


La cabeza, que simboliza la localización del yo, lo mental, la tiene inclinada hacia el margen izquierdo que representa el pasado, lo que queda sin resolver, es desproporcionada respecto al cuerpo, que simboliza lo emocional, más pequeña, los ojos, las cejas y los labios están muy marcados, los hombros y brazos son muy anchos y están pegados al cuerpo, la cintura es muy estrecha y las caderas anchas.


La persona está inconclusa, podría indicar inhibición, está orientada hacia el frente, lo que indicaría que está dispuesto a enfrentar el mundo. El objeto sobre la persona, con la palabra superpuesta HOMBRE representa las presiones, restricciones, ideales. Existen una serie de detalles simbólicos que demuestran una rica fantasía y cómo no, el símbolo de la LUNA del que he hablado anteriormente y la alusión al alcohol.



MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO


"Muerte de Antoñito el Camborio" es uno de los dieciocho poemas de que consta El romancero gitano, de Federico García Lorca.


Lorca: "El libro en su conjunto, aunque se llama gitano, es el poema de Andalucía, y lo llamo gitano porque el gitano es lo más elemental, lo más profundo, más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza universal". Un libro que define como "antipintoresco, antifolclórico, antiflamenco, donde no hay ni una chaquetilla corta, ni un traje de torero, ni un sombrero plano, ni una pandereta".


Antoñito el Camborio en dibujo de Lorca (1928)

El dibujo de Antoñito el Camborio mantiene las características del dibujo de Soledad Montoya, es grande, rígido, la cabeza está inclinada hacia la izquierda, los ojos, cejas y labios están muy marcados y el cuello es ancho. El personaje está inconcluso. Pero su indumentaria aparece repleta de detalles, desde el sombrero hasta el traje que lleva y la LUNA creciente en el margen superior derecho.



EL BESO





…Canto tu corazón astronómico y tierno,


de baraja francesa y sin ninguna herida.


Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua


el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.


Canto la sirenita de la mar que te canta


montada en bicicleta de corales y conchas.

Pero ante todo canto un común pensamiento


que nos une en las horas oscuras y doradas.


No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.


Es primero el amor, la amistad o la esgrima…


Fragmento de Oda a Salvador Dalí de Federico García Lorca (1926)


El Beso


1927


Tinta china, lápices de color y guache sobre cartulina


30,3 x 23,7 cm

Este dibujo alude a las cabezas confundidas de los dibujos que hacía Dalí en aquella época. En el centro del dibujo aparece el que puede ser el autorretrato de LORCA, está sobrepuesto a la sombra que lo duplica, la cabeza está inclinada hacia la izquierda, sus cejas características, los ojos y labios están muy marcados, aparecen con los labios juntos a los de otra persona, que podría ser Dalí, el dibujo está pleno de detalles, entre ellos las corbatas (signo sexual) flotantes, muy adornadas y marcadas.

El dibujo de varias personas podría indicar la necesidad de apoyo de Lorca en Dalí. A diferencia de los dibujos que hemos analizado en este autorretrato ha dibujado las orejas, inexistentes en los anteriores, prueba de la preocupación por las opiniones y críticas de la gente. Se ubica en el centro de la hoja y se orienta hacia el frente, dispuesto a enfrentar el mundo.


En ambos personajes hay una omisión del tronco lo que revela la necesidad de reprimir los impulsos corporales. A diferencia de la cara de LORCA, la del otro personaje únicamente tiene en la cara los labios, es un dibujo sin rasgos, lo que podría mostrar el desconocimiento o problemas de identidad de la otra persona y está de perfil orientado hacia la derecha, no va de frente, como si necesitara buscar refugio o evadirse.

Los adornos que aparecen en la sombra que proyecta la cabeza y el cuello simbolizarían los obstáculos.





DIBUJO “Hombre y joven marinero”



Dibujo de la época neoyorquina.

Es incuestionable que el tema de la homosexualidad, está unido a la vida y a la muerte de Federico, aparece en los “Sonetos del amor oscuro”, El público o Poeta en Nueva York, y en sus dibujos, se revela contra la opresiva moral sexual, la censura, la cruel represión que había.


En este dibujo se evidencia la represión con la mujer que aparece en la parte superior derecha que vocifera escandalizada.

Al igual que en los dibujos anteriores existe una inclinación hacia el margen izquierdo de las cabezas, el cuerpo es desproporcionado, las cabezas son más pequeñas que el cuerpo, los ojos, las cejas y los labios marcados, los hombros muy anchos, los brazos pegados al cuerpo.


Las figuras inclinadas hacia el margen izquierdo e inconclusas, el hombre sentado, los personajes rígidos y la poca presión al ejecutar el dibujo denotan una tendencia a la depresión. Resulta interesante resaltar el hecho de que los personajes no están dibujados en su totalidad, no tienen pies, y en cambio el dibujo está lleno de detalles, la vestimenta, tanto ropaje puede significar ocultamiento, las puertas y ventanas cerradas.

AUTORETRATO EN NUEVA YORK


El dibujo en tinta sobre papel titulado «Autorretrato en Nueva York», fechado entre 1929 y 1931, forma parte de un repertorio de dibujos que Lorca realizó durante su estancia en Nueva York.


La formación del pintor y el gran conocimiento de la pintura contemporánea contribuyen a un estado de mayor distensión. Lorca a lo largo de su trayectoria ha modelado su grafismo y transmite la imagen gráfica a través de un trazado más plástico.

En esta segunda etapa sus dibujos son elaborados en tinta china y sin color. Se manifiesta inconscientemente más sensible, está más relajado, aplicando el trazado con más seguridad. Al igual que en "Poeta en Nueva York", en este dibujo Lorca denuncia la injusticia y la discriminación, critica la deshumanización de la sociedad moderna. En el centro del dibujo encontramos una cara en forma ovalada, con unas cejas abundantes, la cabeza sin el cuerpo, reducido a líneas que acaban en las manos, es decir, el poeta se defiende con el pensamiento, los ojos sin pupilas, podrían simbolizar la negación de la sociedad. Afloran los rascacielos de Nueva York repletos de ventanales algunas veces sustituidos por letras y cuatro animales que podrían ser interpretados como los peligros de la sociedad moderna aunque la experta en la obra gráfica de Lorca, Helen Oppenheimer, cree que simbolizan la opresión de las minorías de color en Estados Unidos. Y como no en la cara aparecen las LUNAS CRECIENTES simulando los lunares de Lorca.

LORCA ha pasado a la historia como uno de los grandes poetas del siglo XX, pero su actividad creativa abarcaba, el teatro, la prosa, la música y la pintura. Un apunte significativo que confirma la importante que tenía para el autor su producción plástica era el hecho que la mayoría de sus dibujos aparecía firmados dejando así constancia de su autoría.


Al igual que su obra su firma fue evolucionando








En esta última etapa imperaba la zona superior lo que indica que en LORCA predominaban los ideales y lo espiritual, era un hombre sencillo y honesto que a pesar de su introversión se mostraba tal y como era.


EL CRIMEN FUE EN GRANADA


El crimen

Se le vio, caminando entre fusiles,


por una calle larga,


salir al campo frío,


aún con estrellas de la madrugada.

Mataron a Federico


cuando la luz asomaba.

El pelotón de verdugos


no osó mirarle la cara.


Todos cerraron los ojos;


rezaron: ¡ni Dios te salva!


Muerto cayó Federico


-sangre en la frente y plomo en las entrañas-

... Que fue en Granada el crimen


sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada.

Antonio Machado


Publicado por Mariluz Puente en 02:27