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lunes, 22 de abril de 2013

La Grafología en RR.HH y el derecho. ¿Para que sirve? ¿Qué información nos puede proporcionar?

 
Cuando se escribe se deja traslucir mediante mecanismos inconscientes un verdadero retrato de lo que uno es, de lo que esconde tras la propia personalidad, hasta tal punto de reflejar características que ni los propios autores de la escritura conocen de si mismos.

Cada vez, con mayor frecuencia desde el mundo jurídico se acude a la grafología para identificar un escrito, validar una firma, e incluso realizar un retrato psicológico de la persona cuya escritura es objeto de estudio. La rubrica personal también resulta de mucho valor en procesos orientados a  la selección de personal.

Se ofrece así en la escritura a mano, una verdadera proyección de lo que uno oculta. 


¿PERO CÓMO ESCRIBIRMOS? 

No por ser la escritura un acto cotidiano deja de convertirse en una acción que se desenvuelve en procesos complejos. El simple desarrollo de una carta implica una serie de actos: Que se va a contar, el uso de las frases y palabras que se usarán, la ortografía. Todo ello sin contar con los movimientos musculares necesarios por la mano para concluir satisfactoriamente esa tarea. Como es fácil de entender, esa simple tarea se nutre de procedimientos cognitivos. Por ello, cuanto más datos se conozcan sobre los procesos escriturales, más sencilla será la tarea de interpretación grafológica.

Por lo tanto, son varios los aspectos que van a influir a la hora de escribir. Estos también afectarán al caracter, porque de hecho, se escribe como se piensa. Entre los factores más destacables están:

La habilidad manual, la herencia de formas gráficas, el gusto éstetico, las influencias ambientales (temperatura,...) la educación recibida, el mimetismo, los útiles usados (boligrafo, lápiz, pluma), la superficie sobre la que se escribe, los estados anímicos, el sexo, la edad.

Por lo tanto, ¿QUÉ ESCRITOS SIRVEN PARA UN ANÁLISIS GRAFOLÓGICO? 

Tal y como explicaremos, en la grafológia se mide todo: el tamaño de la escritura, la velocidad con la que escribimos, la inclinación, el tamaño de las crestas y de los pies, presión, ect...

Precisamente por ello, para hacer un informe grafológico es necesario contar con el material necesario para poder efectuar toda esta serie de mediciones destinadas a obtener unas conclusiones. Es cierto que un grafologo experimentado, al ver una firma, puede valorar algunos datos relativos al plano más íntimo de su autor, Sin embargo, a la hora de enfrentarse a la redacción de un informe grafológico, hay que ser concluyente y la mejor manera de hacerlo es usando un método profesional y estandarizado.

¿CUÁL ES EL MATERIAL PRECISO?

Una carta manuscrita espontánea que contenga suficientes líneas para hacer mediciones. Al menos veinte, pero es obvio que cuantas más mejor.

La carta preferentemente ha de estar fechada -los números también se interpretan- y firmada. Si la persona tiene varias firmas (profesional y personal) han de analizarse todas.

El papel ideal es DIN A4. Es importante que el papel no éste pautado, que no tenga rayas ni adornos, y que no se use falsilla a la hora de ejecutar la escritura. De esta forma se podrá comprobar la dirección de las líneas.

Los útiles también influyen, lo mejor es que se use el útil para escribir con el que la persona éste más acostumbrado. Si es una pluma, pues una pluma. Ya que la pluma tiende afilar y afinar los rasgos de la escritura. Cuidado con los lapices, que a medida que se desgata la mina provocan irregularidades en los trazos. Los rotuladores no sirven porque tienden agrandar los rasgos de la escritura perdiendo parte de sus trazos, y desvirtuando la información.

En cuanto al color de la tinta, puede ofrecernos algunos datos complementarios sobre el autor del escrito, pero sólo en caso de que se salga de lo corriente y de que su uso no sea ocasional, sino premeditado y escogido. La interpretación de algunos colores puede ser: Verde (originalidad) rojo (agresividad) azul y negro (al ser común no se valora).

Otro dato importante es que la escritura que se va analizar no debe tener más de cinco años de antiguedad, dado que la personalidad puede variar con el momento actual, otra cosa es que se disponga además de la escritura actual otra anterior para hacer una comparativa para que nos sirva para observar la evolución.

Lo que no sirve para realizar análisis grafológicos o no es lo más ideal son: Los apuntes de clase, notas, dedicatorias, fotocopias, copias realizadas a calco.

¿QUÉ SE PUEDE SABER MEDIANTE UN EXAMEN GRAFOLÓGICO?

La grafología ayuda a conocer las facultades intelectuales de la persona analizada: la claridad de ideas, su capacidad de síntesis, su agilidad mental, si predomina en ella la lógica o la intuición, la creatividad, grado de concentración, constancia, como trabaja la memoria, si predominad la calidad o la cantidad, la puntualidad, detallismo, visión de conjunto, dotes de mando, obediencia, aspiraciónes, capacidad de decisión, grado de introversión o extroversión, , si es cerebral o sentimental, la fuerza yoica, el estado anímico, el autoconcpeto, si posee confianza , su reacción frente a situaciones tensas, agresividad, sociabilidad, diplomacia, grado de influencia, ect....

OTRAS FORMAS DE ESCRIBIR.

La escritura no tiene su orígen en las manos, sino que parte del cerebro, más concretamente de la corteza cerebral. Pues bien, si observamos algunas muestras caligráficas de personas, que por algún motivo sufrieron un accidente o enfermedad que les impidiese escribir con las manos observamos que independientemente de la parte nueva con la que aprendieran a escribir sus muestras se desarrollarían con normalidad, quedando sus particulares rasgos gráficos marcados en los escritos, independientemente de la parte del cuerpo con la que la realizasen.

Publicado por Rafael R

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