Cuando se
escribe se deja traslucir mediante mecanismos inconscientes un
verdadero retrato de lo que uno es, de lo que esconde tras la propia
personalidad, hasta tal punto de reflejar características que ni los
propios autores de la escritura conocen de si mismos.
Cada vez,
con mayor frecuencia desde el mundo jurídico se acude a la grafología
para identificar un escrito, validar una firma, e incluso realizar un
retrato psicológico de la persona cuya escritura es objeto de estudio.
La rubrica personal también resulta de mucho valor en procesos
orientados a la selección de personal.
Se ofrece así en la escritura a mano, una verdadera proyección de lo que uno oculta.
¿PERO CÓMO ESCRIBIRMOS?
No por ser
la escritura un acto cotidiano deja de convertirse en una acción que se
desenvuelve en procesos complejos. El simple desarrollo de una carta
implica una serie de actos: Que se va a contar, el uso de las frases y
palabras que se usarán, la ortografía. Todo ello sin contar con los
movimientos musculares necesarios por la mano para concluir
satisfactoriamente esa tarea. Como es fácil de entender, esa simple
tarea se nutre de procedimientos cognitivos. Por ello, cuanto más datos
se conozcan sobre los procesos escriturales, más sencilla será la tarea
de interpretación grafológica.
Por lo
tanto, son varios los aspectos que van a influir a la hora de escribir.
Estos también afectarán al caracter, porque de hecho, se escribe como se piensa. Entre los factores más destacables están:
La habilidad
manual, la herencia de formas gráficas, el gusto éstetico, las
influencias ambientales (temperatura,...) la educación recibida, el
mimetismo, los útiles usados (boligrafo, lápiz, pluma), la superficie
sobre la que se escribe, los estados anímicos, el sexo, la edad.
Por lo tanto, ¿QUÉ ESCRITOS SIRVEN PARA UN ANÁLISIS GRAFOLÓGICO?
Tal y como
explicaremos, en la grafológia se mide todo: el tamaño de la escritura,
la velocidad con la que escribimos, la inclinación, el tamaño de las
crestas y de los pies, presión, ect...
Precisamente por ello, para
hacer un informe grafológico es necesario contar con el material
necesario para poder efectuar toda esta serie de mediciones destinadas a
obtener unas conclusiones. Es cierto que un grafologo
experimentado, al ver una firma, puede valorar algunos datos relativos
al plano más íntimo de su autor, Sin embargo, a
la hora de enfrentarse a la redacción de un informe grafológico, hay
que ser concluyente y la mejor manera de hacerlo es usando un método
profesional y estandarizado.
¿CUÁL ES EL MATERIAL PRECISO?
Una carta manuscrita espontánea que contenga suficientes líneas para hacer mediciones. Al menos veinte, pero es obvio que cuantas más mejor.
La carta preferentemente ha de estar fechada
-los números también se interpretan- y firmada. Si la persona tiene
varias firmas (profesional y personal) han de analizarse todas.
El papel ideal es DIN A4.
Es importante que el papel no éste pautado, que no tenga rayas ni
adornos, y que no se use falsilla a la hora de ejecutar la escritura. De
esta forma se podrá comprobar la dirección de las líneas.
Los útiles también influyen, lo
mejor es que se use el útil para escribir con el que la persona éste
más acostumbrado. Si es una pluma, pues una pluma. Ya que la pluma
tiende afilar y afinar los rasgos de la escritura. Cuidado con los
lapices, que a medida que se desgata la mina provocan irregularidades en
los trazos. Los rotuladores no sirven porque tienden agrandar los
rasgos de la escritura perdiendo parte de sus trazos, y desvirtuando la
información.
En cuanto al
color de la tinta, puede ofrecernos algunos datos complementarios sobre
el autor del escrito, pero sólo en caso de que se salga de lo corriente
y de que su uso no sea ocasional, sino premeditado y escogido. La
interpretación de algunos colores puede ser: Verde (originalidad) rojo
(agresividad) azul y negro (al ser común no se valora).
Otro dato
importante es que la escritura que se va analizar no debe tener más de
cinco años de antiguedad, dado que la personalidad puede variar con el
momento actual, otra cosa es que se disponga además de la escritura
actual otra anterior para hacer una comparativa para que nos sirva para
observar la evolución.
Lo que no sirve para realizar análisis grafológicos o no es lo más ideal son: Los apuntes de clase, notas, dedicatorias, fotocopias, copias realizadas a calco.
¿QUÉ SE PUEDE SABER MEDIANTE UN EXAMEN GRAFOLÓGICO?
La grafología ayuda a conocer las facultades intelectuales de la persona analizada:
la claridad de ideas, su capacidad de síntesis, su agilidad mental, si
predomina en ella la lógica o la intuición, la creatividad, grado de
concentración, constancia, como trabaja la memoria, si predominad la
calidad o la cantidad, la puntualidad, detallismo, visión de conjunto,
dotes de mando, obediencia, aspiraciónes, capacidad de decisión, grado
de introversión o extroversión, , si es cerebral o sentimental, la
fuerza yoica, el estado anímico, el autoconcpeto, si posee confianza ,
su reacción frente a situaciones tensas, agresividad, sociabilidad,
diplomacia, grado de influencia, ect....
OTRAS FORMAS DE ESCRIBIR.
La escritura no tiene su orígen en las manos, sino que parte del cerebro, más concretamente de la corteza cerebral. Pues
bien, si observamos algunas muestras caligráficas de personas, que por
algún motivo sufrieron un accidente o enfermedad que les impidiese
escribir con las manos observamos que independientemente de la parte
nueva con la que aprendieran a escribir sus muestras se desarrollarían
con normalidad, quedando sus particulares rasgos gráficos marcados en
los escritos, independientemente de la parte del cuerpo con la que la
realizasen.
Publicado por Rafael R
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