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lunes, 1 de abril de 2013

Grafología: Dime cómo escribes y te diré quién eres


La grafología es el estudio de la personalidad humana a través de su forma de escribir y firmar. A través de la letra, se expresa lo más íntimo y personal del individuo. El inconsciente se simboliza y se plasma a través del grafismo con las mismas leyes para todos los idiomas y culturas. La interpretación de la grafología es la traducción de los rasgos en lenguaje psicológico.
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Análisis del tipo de escritura:

1. La inclinación: determina el grado de apertura emocional de una persona y en qué medida se relaciona con los demás.
Escritura tumbada a la derecha: corresponde a personas que pierden fácilmente los nervios, muy dramáticas sentimentalmente. Sienten una fuerte necesidad de acercarse a los demás.
Escritura vertical: corresponde a personas que controlan sus sentimientos, sus deseos y poseen madurez y estabilidad.
Escritura inclinada a la izquierda: propia de personas que ejercen una férrea vigilancia sobre sí mismas, una represión de su necesidad de contactar con la gente.
Escritura oscilante: corresponde a aquellas personas que están en continua lucha consigo mismo. Es un reflejo de inmadurez.

2.  El tamaño: muestra el grado de expansión del sujeto y de autoestima.
Escritura muy grande (+ de 4 mm de altura): son personas que tienen una necesidad imperiosa de llamar la atención. Son personas que se sienten más importantes que las demás.
Escritura grande (+ de 3.5 mm de altura): personas con mucha vitalidad y con una actitud abierta y comunicativa.
Escritura pequeña (- de 2.5 mm de altura): son personas que tienden a pasar inadvertidas. Posiblemente sean individuos observadores, con una visión detallista del mundo.
Escritura muy pequeña (- de 1.5 mm de altura): personas que tienen un pobre concepto de sí mismos.
Escritura irregular: la desigualdad de tamaño en las letras, corresponde a personas de una gran intensidad afectiva en sentido positivo. Mientras que en sentido negativo, son personas inestables e incapaces de controlar sus emociones.

3.  La presión sobre el papel: muestra el grado de salud y de nivel energético.
Escritura tensa: es sinónimo de firmeza de carácter, tanto en los deseos como en las opiniones.
Escritura floja: indica que la persona carece de fuerza interior para enfrentarse a los obstáculos.

4.  La forma: muestra el comportamiento cultural ético o moral del sujeto.
Escritura curva: corresponde a personas adaptables y que se amoldan con facilidad. En ella predominan el sentimiento, la dulzura y la ternura además de algo de originalidad.
Escritura angulosa: corresponde a personas duras e intransigentes y, para ellas, la razón predomina sobre el sentimiento, por lo que generalmente son histéricas y de mal genio.
Escritura redonda: corresponde a personas pasivas, tranquilas y adaptables, que no poseen una gran capacidad de entusiasmo.

5.  La continuidad: se refiere al grado de unión y separación de las letras en las palabras. Esto nos permite conocer el grado de constancia y regularidad de un individuo en su actividad, vida afectiva y pensamientos.
Escritura ligada: describe a una persona con buena capacidad lógica y que no abandona lo que hace hasta llegar a la meta.
Escritura desligada: refleja la capacidad que tiene una persona de apreciar los detalles, de ver cada parte por separado, pero también pone de manifiesto los problemas de integración con el entorno.
Escritura agrupada: es una persona que conjuga lógica e intuición, la capacidad reflexiva con la acción, el equilibrio entre el mundo interno y el exterior.

6.  El orden: consiste en evaluar el ordenamiento del texto en la hoja de papel. Hay que observar los márgenes, la distancia entre renglón y renglón, entre palabra y palabra, entre letra y letra. Con ello se descubre la claridad mental del sujeto, su orden interno y rasgos como la capacidad de organización y planificación. Cuanto más orden haya en la hoja más orden interno y capacidad de organización tendrá esa persona.

7. La dirección: la dirección de las líneas se vincula a los estados de ánimo, el grado de estabilidad, optimismo, fatiga o depresión que puede experimentar un individuo.
Líneas ascendentes: tiene una actitud vital. Es una persona que siente suficiente fuerza para enfrentarse con las dificultades. Son personas optimistas y alegres.
Líneas descendentes: puede ser porque está en una situación pasajera de cansancio o disgusto. Si lo hace así habitualmente, la persona tiene la sensación de no poder enfrentarse con el mundo y tiene tendencia a arrojar la toalla.
Líneas horizontales: nos indica que estamos ante una persona realista, con carácter firme, que no se deja llevar por el entusiasmo ni por el desánimo.

8. La velocidad: evalúa la rapidez en que se escriben los trazos y está íntimamente ligada con la actividad, con la inteligencia, con la imaginación y con el temperamento. 
Escritura rápida: determina una inteligencia activa. Vivacidad y agilidad mental. Facilidad para captar la realidad, para encontrar rápidas soluciones. 
Escritura lenta: indica una actitud mental mas bien tranquila, reflexiva y prudente. Poder de observación y de atención. Buena memoria. 



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