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martes, 20 de noviembre de 2012

GRAFOLOGÍA: RECORDANDO LOS CLÁSICOS. J. CRÉPIEUX-JAMIN


 Releyendo a Crépieux Jamin, pilar fundamental de la Grafología Científica, en su célebre libro “ABC de la Grafología” obra póstuma y definitiva, publicada en francés en 1930 y traducida al castellano por Nuria Folch de Sales en 1957, editada por Ediciones Ariel, hoy edición agotada, se explican los quince primeros principios de la Grafología, que merece la pena recordar.

Todos son importantes, pero en esta ocasión transcribo lo esencial del cuarto principio que dice así: “ Si se hace dificultoso definir una escritura, se intentará revivir los movimientos del que la ha trazado.
Para esto tenemos cinco medios a nuestra disposición:
1º Reseguir la escritura con una punta roma, como si quisiéramos reescribirla.
2º Calcarla ( lo que nos hace fijar en los detalles);
3º Imitarla escribiendo en el aire, a fin de estimular nuestra imaginación;
4º Examinarla a unos 60 centímetros de distancia, favoreciendo así la observación de sus grandes movimientos, con la momentánea eliminación de los menos exteriorizados;
5º Mirarla muchas veces seguidas durante dos o tres segundos y anotar cada vez lo visto.
El empleo sistemático de estos cinco medios da resultados buenos, rápidos y seguros.
Los progresos de la grafología han simplificado los métodos; pero, al aumentar los recursos y al evidenciar la complejidad de las causas, han desanimado a algunos. Acabamos de indicar procedimientos de investigación cuyo uso favorecerá a todos los investigadores, y gracias a los cuales cualquier persona medianamente cultivada, pero con afición y aptitud para la grafología, podrá superar en poco tiempo las peores dificultades.
Para apreciar un signo en una escritura, como dije ya en mis comienzos, hay que penetrar en su medio, comprender su espíritu, VIVIR SU VIDA. Y recomendaba ya entonces reseguir con la mirada la escritura, e impregnarse de los movimientos del escritor. Tal es el origen de los cinco procedimientos que ahora propongo.
Uno de nuestros discípulos, Gustavo Bridier, nos sugirió que imitáramos, con la paciencia de un falsificador, el grafismo a analizar. A cada experimentación, nos escribía, se interroga escrupulosamente la resonancia de los gestos en el sistema nervioso…
…El empleo de este modo de observación da maravillosos resultados; en poco rato la escritura más impenetrable libra su secreto…
…Cuando la vivacidad de un observador necesita frenos le obligamos a calcar la escritura que se estudia. La iniciación es algo más larga, pero su eficacia excelente…
…La imitación escribiendo en el aire y la observación a distancia son muy útiles. Cuando fqalla un procedimiento se recurre a otro…
…También se adquiere rápida experiencia concentrando la atención sobre un escrito uno o dos segundos, y apuntando las dominantes observadas en tan breve tiempo…
…Un buen observador no lo es siempre igual; los procedimientos que acabamos de describir aguijonean la atención que se debilita y alcanzan éxitos sorprendentes; ningún otro sistema lo logra más rápidamente.”
Hasta aquí, estimado lector, resumido el punto cuarto de los quince primeros principios de la Grafología, según el gran Crépieux Jamin. Importante tenerlos siempre en la memoria para aplicarlos, cuando se nos presentan dificultades en la definición de una escritura.
JORDI MORERA I JANSÀ

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