Son numerosas las definiciones sobre creatividad que se han propuesto siempre a partir de la noción sobre producción de algo a partir de nada, y según el enfoque metodológico se incide especialmente sobre uno u otro aspecto que lo conforma. La perspectiva más tradicional subraya la personalidad del sujeto creador; otros planteamientos acentúan el proceso creativo, es decir, las actividades que se requieren para dar lugar a la creación, o bien focalizan exclusivamente en dicho resultado final, el producto; hasta llegar a la visión más contemporánea sobre el ambiente, que considera el contexto socio-cultural como generador de la creatividad.
Teresa Huidobro en un intento de formular una definición integradora de la creatividad expone lo siguiente en su tesis doctoral [Una definición de la creatividad a través del estudio de 24 autores seleccionados, Facultad de Psicología, Universidad Complutense de Madrid, 2002]: “Concepto que ha surgido en la bibliografía por la “necesidad de explicar la aparición de productos que suponen una transformación radical de un estado anterior, lo cual lleva a inferir la existencia de una persona que posee una constelación de rasgos intelectuales, de personalidad y motivacionales que le capacitan para utilizar la metacognición de un modo óptimo. Dicha utilización óptima permite dar respuesta a un fallo o hueco en el conocimiento. Además, la persona ha de encontrarse inmersa en un contexto carente de obstáculos, que le presente modelos o parangones y le facilite los recursos necesarios”
Respecto a la “constelación de rasgos intelectuales, de personalidad y motivacionales”, Teresa Huidobro, elabora un perfil sobre la personalidad creadora en base a un meta-análisis sobre las consideraciones efectuadas por 24 expertos en el tema, obteniendo un total de 36 atributos psicológicos clasificados en tres categorías:
(nosotros hemos añadido en negritas algunas de las correlaciones grafológicas recogidas de Augusto Vels respecto al sentido interpretativo que quieren sugerir en esta relación de características)
Intelectuales
Agudeza en la percepción visual (en relieve) / observación
Apertura al proceso primario -al interior- (pequeña)
Apertura a la experiencia -al exterior- (progresiva)
Capacidad de concentración (concentrada, cerrada, rasgos de obsesión)
Capacidad para reconocer analogías nuevas (progresiva)
Capacidad para manejar símbolos (estética, simplificada)
Capacidad de síntesis (símplificada)
Capacidad para pensar en imágenes/imaginación (nutrida, plena o inflada)
Capacidad para poner orden en el caos (organizada)
Capacidad de producción divergente (desigualdades)
Competencia intelectual
Fluidez ideativa (rápida, simplificada)
Fluidez verbal
Integración de contradicciones (armónica, desigualdades compensadas)
Intuición (tendencia desligada con movimiento)
De personalidad
Anticonvencionalismo (no caligráfica, original)
Autoconfianza (firme, grande)
Autonomía (signos de independencia)
Capacidad de liderazgo/influencia/persuasión (Vector S, “PN” con “NL”, signos de Inteligencia emocional o “Adulto Integrado”)
Disciplina de trabajo (organizada, firme)
Disponibilidad para asumir riesgos (rápida, extensa, lanzada, firme apoyada, barras fuertes y finales largos)
Emotividad (variaciones con movimiento)
Flexibilidad (grado III de Pophal)
Foco de evaluación interno (signos de introversión)
Independencia de juicio (“P” / “PC” del AT)
Individualismo (desligada, angulosa, sobrealzada, alta, regresiva, apretada)
No temor al desorden
Originalidad (estética, personal, singular, conexiones ingeniosas, no convencional)
Persistencia (Regular, constante, angulosa, firme, rectilínea, ordenada, clara, ponderada, pausada, precisa)
Sensibilidad a los problemas (ligera, saltarina, signos de inseguridad)
Tolerancia a la ambigüedad
Motivacionales
Curiosidad (gladiolada, acerada, rápida, pequeña, inhibida, desigual, vacilante)
Motivación intrínseca
Preferencia por la complejidad
Tendencia a la exploración (Vertor “N” y “S” temperamentos)
Valoración de lo estético (estética)
Como puede apreciarse son múltiples las características grafológicas que quedan implicadas en este amplio concepto, y para centrarnos resulta casi imprescindible el trabajo de Mª Luz Zamora y Cesar Reglero, los cuales ordenan de forma sistemática los contenidos sobre los que debemos centrarnos, con una metodología científica, conciliándola con el sentido gestáltico de “espacio” “forma” y “movimiento” como uno de los principales recursos grafológicos donde han podido identificar importantes factores de la creatividad, y cierto paralelismo lo encontramos en nuestra experiencia práctica con el Grafoanálisis Transaccional con índices elevados de NL (Niño Libre) y “Pequeño Profesor”.
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