¿Por qué precisamente Frida Kahlo?
Siempre me preguntan por qué elijo a Frida Kahlo para explicar el tema
de grafología emocional en mis conferencias y cursos. Artista expresiva
como ninguna, Frida supo fue capaz de plasmar sus emociones y
sentimientos como creo que ningún otro artista lo ha hecho hasta ahora.
Solo ella supo canalizar el más profundo dolor físico y emocional en
expresiones gráficas, pinceladas de color, y golpes de corazón no sólo
en su pintura sino también en su escritura.
“(…) Titubea la mente, titubea la mano. En otras palabras, cualquier choque emotivo altera la modulación de la escritura, la arquitectura gráfica.
Si
simbólicamente comparamos la pluma con la que escribimos con nuestra
propia persona, y el papel con el mundo exterior, habrá cierta relación
entre el titubeo y la agorafobia. Podríamos hablar también de ‘balbuceo
mental’”.
(Curt A. Honroth – Grafología emocional)
La Grafología Emocional
viene a decirnos que, cuando una persona escribe, en ese acto de
escribir no sólo deja la huella quieta de esas letras dibujadas en el
papel, donde se reflejan su forma de ser y su estilo personal, sino que
además, tal y como sucede en el lenguaje no verbal, mimifica de forma
dinámica e inquieta una serie de “microgestos” que no
sólo caracterizan a su genuina personalidad, sino también revelan el
revuelo interior de emociones, sentimientos e inquietudes que desde
dentro acechan al autor. Es ese latido que está palpitando detrás de la impronta aparentemente inmóvil de las letras.
Las alteraciones emocionales –lapsus calami-
en la escritura pueden adoptar diferentes formas. El Diario y las
cartas de Frida constituyen un valioso catálogo de este tipo de
microgestos, que van desde el grito más desgarrador hasta el silencio
más profundo, pasando por la pasión, el amor, la admiración, la
desesperación y, sobre todo, el dolor.
Y os estaréis preguntando ¿es que se puede gritar escribiendo?
Sí, se puede. Y se puede llorar, y se puede reir, manifestar desidia,
admiración o respeto; se puede amar y se puede odiar, y también se puede
mentir. La Grafología emocional es un particular “polígrafo” de pensamientos y sentimientos.
“Intenté ahogar mis dolores, pero ellos aprendieron a nadar”
Para muestra, un botón… Hagamos un ejercicio. ¿Qué os sugiere este manuscrito de Frida?
“Pensaron que yo era surrealista, pero no lo fui.
Nunca pinté mis sueños, sólo pinté mi propia realidad”
¿Y Qué os sugiere esta obra de Frida?
Todo gesto gráfico es expresivo no sólo de nuestra personalidad sino también de nuestras emociones. Al
escribir, al dibujar, al garabatear o al pintar, estamos proyectando
desde dentro y hacia afuera toda la riqueza intrínseca de nuestra
personalidad: mente (pensamiento, ideas, creatividad,
fantasía), corazón (emociones, sentimientos, estado anímico) e instinto
(pulsiones, necesidades, apegos). El resultado de esta proyección es,
por tanto, nuestra alma y nuestra identidad reflejadas en un espejo.
Podéis leer más sobre “Frida” en mi artículo “El legado manuscrito de Frida Kahlo”, en este enlace: http://www.sandracerro.com/files/Articulos/artic-arte/frida.pdf
Sandra Mª Cerro, Grafóloga
No hay comentarios:
Publicar un comentario