Una
perito en grafología asegura que tras una enfermedad grave deberían
verse roturas y vacilaciones que no se aprecian en la rúbrica mostrada
este lunes, 28 de Enero de 2013,
La
carta de Hugo Chávez, escrita desde el hospital en Cuba y leída por
Nicolás Maduro, ha levantado no pocas dudas sobre su autenticidad, según
el diario español ABC, de reconocida posición antichavista..
Tanto desde la oposición como a través de numerosos foros
se cuestiona por qué Hugo Chávez es capaz de redactar o dictar una
carta sin que haya constancia, ni en vídeo ni en fotografía, ni siquiera
en audio, del mandatario venezolano.
Durante la lectura del escrito, Maduro ha insistido en que
la «supuesta carta» de Chávez estaba firmada en rojo. Y precisamente en
esa firma, y otras rúbricas anteriores del Presidente de Venezuela nos
hemos fijado para intentar analizar su autenticidad.
Según la Perito en grafología, Ana Molíns,
a priori es dificil certificar la autenticidad de la misma, ya que al
no disponer de los documentos originales «no se pueden analizar aspectos
fundamentales, como son, por ejemplo, el propio arrastre del bolígrafo o
la pluma con la que ha firmado».
En todo caso, la firma mostrada este lunes arroja bastantes
dudas, ya que de haber sido realizada en el día de ayer o en el de hoy
mismo, debería mostrar los signos de una persona enferma.
Asegura Ana Molíns que la firma de una persona que está
convaleciente, y que acaba de pasar por una situación tan delicada de
salud «tiene que mostrar roturas, vacilaciones, como la firma de una
persona mayor».
Son unos signos que no se ven en la rúbrica mostrada hoy
por Nicolás Maduro, y que, tal y como se ve en la fotografía, la firma
tiene la misma «fuerza» que la que figura a su lado, realizada cuando
Chávez todavía no había sido operado.
Los signos normales de una persona convaleciente distan
batante de los que se pueden ver, por lo tanto, en esta carta. Según la
Perito en grafología, sería imposible. «La firma tendría que dejar
verlevantamiento de bolígrafo, porque una persona que ha pasado por una
situación así no tiene la suficiente fuerza como para hacer su firma
habitual».
Insiste Ana Molíns en la dificultad de realizar un análisis
sin disponer de los documentos originales, pero tal y como vemos en la
firma de color rojo, no se aprecian signos de haber pasado por una
enfermedad reciente.